Plantación de signos

Me gusta pensar que la incorporación de una imagen al contexto urbano se asemeja a la aparición de la maleza en su estado natural. Ambas implican un surgimiento imprevisto, así como una apropiación del espacio que altera el paradigma con un aporte estético y discursivo.

Comprender la ciudad como un plano más a significar y hacerse de expresiones que ya lo habitan, permite ampliar el discurso plástico a posibilidades expeditas y cotidianas.

Si además no se limita a una intervención acotada, y por el contrario se realiza como un gesto recurrente, se podría considerar que se está configurando un lenguaje, la acción de sembrar signos.